Me siento muy cercano a los planteamientos eriksonianos, a las técnicas de la gestalt así como a una visión de la psicoterapia más compleja e integral, en donde lo que concebimos como cuerpo y mente van siempre juntos, así como consciente e inconsciente.

Trato de integrar métodos y técnicas de diversa proveniencia, según me lo dicta el recorrido que genera el encuentro con otro ser humano en el espacio psicoterapéutico.

Las consultas suceden en un jardín, paciente y terapeuta sentados en un banco bajo un acogedor árbol.

A mí me parece un lugar muy bello, y a mis pacientes, también.

Ahí lo primero que hago es observar y escuchar, tratando de no juzgar (porque no sirve de nada), de comprender empáticamente que le sucede a la persona que está sentada a mi lado, ¿Cuál es su malestar? ¿Qué síntomas manifiesta?, ¿Qué problemáticas atraviesa? ¿En qué juegos está entrampado?

Somos seres que contamos historias y nuestra vida es una aventura que vamos realizando, seamos conscientes o no y en donde nosotros somos los protagonistas.

Analizo con la persona qué es lo que ha tratado de hacer para solucionar su situación.

De ahí en adelante, comienzo a conversar tanto con su consciencia como con su inconsciente promoviendo primero una alianza, y generalmente lo primero es promover una limpieza interna de sentimientos negativos, de cargas emocionales pasadas, para luego promover el cambio a diferentes niveles. Porque hay diferentes niveles de cambio.

Según la problemática presentada de forma empática, comienzo a utilizar varias técnicas de diferente índole y procedencia terapéutica, buscando favorecer la mejoría de los síntomas y la modificación de actitudes y creencias negativas y paralizantes. El cambio siempre es inconsciente. Es nuestro inconsciente el que genera los cambios, así como genera las repeticiones de hábitos negativos.

Si tú fueses un bosque, lo que haces es invitarme a visitarlo, y comenzar a ver en lugares donde no lo habías hecho antes; a cambiar recorridos por él, a cortar maleza, y descubrir las inmensas posibilidades que hay, a iluminar las cuevas y sacar los fantasmas al aire libre para que se evaporen a la luz del sol.